domingo, 4 de enero de 2015

Miami, bajo el temible cielo del caribe



Don't get me wrong Chi-Town got it goin' on, and New York is the city that we know don't sleep. And we all know the LA and Philly stay jiggy, but on the snake, Miami bringing heat for real, y'all don't understand.



Will Smith, Miami




No hay mucho que pueda decir de Miami, estuve unas cuantas horas las cuales aproveché al máximo (me tiré al menos un par al sol playero). Esta entrada va ser corta, está destinada a aquellos viajeros, que cómo yo, tuvieron una escala de 10 horas en Miami…

Tips generales

  • Haz el checkin de una vez y despacha las maletas antes de ir “al pueblo” 
  • Vete en bus y de una vez compra el boleto ida y vuelta. Asegúrate de tomar el “Express Bu Express”
  • Lleva muda de ropa: en Miami hace un calor infernal, asegurarte de empacar una ropa fresca.
  • Traje de baño indispensable, el mar caribe norte es maravilloso, te vas a lamentar si no entras al agua
  • No olvides la cámara (no como yo)
  • No salgas de ahí: el bus sólo pasa por South Beach, si te mueves no podrás volver en él y no se cuánto sea el taxi
Cómo llegar a South Beach
Vale mucho la pena tomar el Bus, es barato ($5 round trip) y tarda +/- 30 min. Es sólo seguir los letreros de “Metro Bus”. El bus que buscas es el "Express Bus Service 150" compra ida y vuelta pues no creo que valga la pena salir de South Beach con tan poco tiempo. Mi viaje de bus fue de 30 minutos sin tráfico en domingo a las 10am. El bus toma Washington avenue, paralela a Ocean Drive (la calle turística), yo me bajé en la avenida 17th (de las primeras) y decidí caminar toda Ocean Drive. “Os recomiendo hacer lo mismo, compañeros”


TIP En la terminal de bus hay un pequeño módulo de información, toma el flyer del bus ya que contiene horarios y un mapa de las paradas. Ya que estás ahí, toma el cuadernillo de información, contiene mapa detallado de la zona y algunos tips de comida.


Impresiones mías de yo y mi otro yo.

Ocean Drive, la playa, la calle de las compras, el barrio, caminar y caminar; no hay más que pasarla rico, tranquilo, sin prisa, disfrutando de la vida cobijado por sol de Miami acompañado de la perla del mar Caribe.

Miami da la sensación de ser América Latina costera en Estados Unidos ¿o tal vez el molde de donde America Latina costera se formó?, pensar en eso me encina la piel (naaaaaaaaah). Mientras caminas, escuchas portugués y español por todos lados -¿y el englich como pa’que lo aprendí ‘amá?-. El mar Caribe del norte recuerda un ambiente conocido y reconfortante. El sábado, como en Rio de Janeiro, Cancún, probablemente muchas playas Colombianas, en fin seguramente casi toda gran ciudad de playa latina, es de turismo y preocupación estética. Todo mundo es bonit@, todo mundo está “in shape” (por no decir buenot@) y mucha gente está haciendo ejercicio, paseando en bicicleta o patines. En la costera, las mamas_itas (y no tan "itas") al igual que los papa_sitos (para evitar la acusaciones) corren con las crías en carreolas ...¿carriola? no, carrEola, oh, bueno coso donde transportan a los bebés... El caso es que estos carritos eran más modernos que mi primer carro (y que el segundo). 

Lo primero que hice fue ir a la playa, directo del bus y sin escalas. No hay mucho que decir de la playa, el agua es deliciosa, azul esmeralda ¿o eso es verde?, arena blanca, suave, todo muy a gusto. Después de eso caminé un poco por la banqueta que hay a la orilla de la arena. 

¡Hay un circo! Me siento tan mal ahora de que no le tomé foto. Cambio de narrativa. 
Ahí estaba yo muy feliz caminando por la banqueta de la playa viendo a la gente pasar, analizando la fauna local, ya saben un poco de antropología no le hace daño a nadie. En fin, ahí estaba pensando que debía de haber visitado Miami antes, cuando derrepente veo una aglomeración de personas. Siempre me ha dado la impresión de que la humanidad se aglomera ante dos cosas: comedia o tragedia. No hay más, la curiosidad humana se limitaba a esos dos escenarios… hasta que llegué a Miami. En frente de un grupo de unas 30 personas, había una manada (por que sin intención de ofensa, es la mejor clasificación estructural que se me ocurre) de personas altamente musculosas, verdaderas bestias físicas. Vi músculos envenados que no sabía que existían, “top-tanks” y shorts a punto de reventar y claro, piernas finas. kuros griegos y seguidoras de Soraya Jiménez, estas esculturas deberían de estar concentradas en un ejercito de salvación para cuando la revolución sybernética de Verner, Asimov, Dick, etc. suceda. Hembras y machos hacían ejercicio, discutían, luchaban. El entretenimiento iba desde barras-con-una-mano-de-cabeza-mientras-como-helado, abdominales de-cabeza-cargando-a-un-niño, patadas karatecas más altas que el record del Conejo Pérez en la Joya, juegos de volleyball donde había más de una bola (hashtagguiñoguiño) y demás exhibiciones de poder mecánico impensable por un palillo de pan de 60 kg como yo. La escena era surreal, cuando llegué no podría creerlo, la gente viendo a este grupo de personas por ser fuertes, me sentí en la antigua Grecia. Quien sabe en Miami siguen la cultura griega del atletismo en donde exculpar el cuerpo se consideraba rectitud moral y señal de valor interno. En fin, mientras estaba ahí, me preguntaba a dónde habíamos llegado, ¿por qué la gente no estaba en un museo o simplemente en el mar? ¿por qué se tomaban fotos y videos con esta gente? ¿por qué desperdiciar tiempo de vida ahí?. Fue entonces que me di cuenta que yo llevaba unos 40 minutos ahí, boquiabierto, hipnotizado por la escena, me pudieron haber bolseado y yo ni en cuenta. Hay algo en un grupo de 30 hombres y mujeres haciendo ejercicio, hay algo que no es comedia, hay algo que no es tristeza y que sin embargo, aglomera personas, sólo en Miami. 

Ocean Drive. Para aquellos que conocen la habana se darán cuenta, como yo, que Miami es muy parecido a centro Habana, la diferencia es que los edificios están bien conservados y estéticamente agradable para el gusto humano común. Mientras paseaba por la avenida y sus calles aledañas pensaba que de aquí a unos años, cuando el capitalismo tome cuenta de la Isla (para bien o para mal) este será el futuro de la pequeña, hermosa y muy querida por mi, ciudad caribeña. No creo necesario explicar la relación de Cuba-Miami pero sólo comentaré que existe n barrio (que no visité) llamado “Little Habana” ¿o era “little cuba”?

Donde comer
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Pues como fui un día solo puedo opinar de un lugar. Mr. Pingüino. Después de disfrutar del mar caribe un par de horas me fui a buscar un lugar para comer. Hay muchos restaurantes en Ocean Drive, caminas y caminas y sólo ves restaurantes. Pero hay una regla internacional de todos los viajeros del mundo mundial: si llegas a un restaurante que la entrada tiene un Pingüino tamaño niño de 12 años, vestido de smoking y cargando una margarita en una charola, tienes que comer ahí (Manual de Viajeros del Mundo Mundial). Sé que una referencia que se basa en un un pingüino de plástico no es válida pero en verdad les recomiendo comer ahí, tienen mesas en la banqueta para seguir con el estudio antropológico y a pesar de que el menú es limitado (al parecer el fuerte es el desayuno) el pescado, es delicioso. Cabe resaltar que pagué $30 por un plato y una chela, barato no es.

… Y el postre
En el número 600 de Ocean Drive hay una heladería (gelato) muy buena, se llama "Dolce Vita Gelato". No dudes de ir ahí después de Mr. Pingüino, son escasas cuadras y caminar en ese calor con un helado hace la diferencia. 


El otro Miami….
Pues bueno el inteligente de yo decidió que debía ir a downtown para visitar algo más. Esperé un bus que nunca llegó y al final decidí tomar un Uber (servicio de taxi que no es taxi pero funciona como taxi sin cobrar como taxi). Al llegar el taxi noté que decía fresco, yo no se porque, no le di importancia y lo abordé y me dije a mi mismo: ¡casi estoy en downtown!. Le pedí al señor taxista/no-taxista que me dejara en “la parte turística de dowtonwn”. Diez dólares después y con una mirada rara, el señor chofer me dejó botado en una calle de comercial sin comercios. ¡Downtown Miami es un pueblo fantasma en domingo! Al menos la parte en la que me dejaron, no hay nada. Una zona comercial que cierra los domingos, al parecer entre semana y sábados es movimentado, en domingo es un pueblo fantasma.

Afortunadamente me encontré con el buen Juan Valdez. Juan Valdez Café es un lugar muy simpático con un aire acondicionado muy poderoso e internet grátis (muy útil para los viajeros). Si estás paseando por el centro y te cansas del calor, este es un buen lugar para descansar la pierna. Si resistes la tentación del Starbucks de 3 cuadras adelante podrás gozar de un delicioso café Colombiano Juan Valdez.







Batch Gastropub (30 Southwest 12th Street, Miami, FL 33130)
Típico bar gringo de deportes: grande televisiones pasando deportes, cerveza de barril local y de varios lugares de Estados Unidos y comida grasosa. El bar se encuentra en una zona muy animada de la ciudad (cerca del centro) que contiene varios bares en los que pude observar letreros divinos que decían “happy hour from 12:00 to 5:00am” o “we’re open till 5am” saaaaaaaaaay whaaaat? Supongo que Miami by night es una locura pues el barrio estaba animado a pesar de que era domingo night, should I stay or should I go? 


Referencia
http://www.eldragondehipatia.com/articulos/la-grecia-antigua-y-la-exaltacion-del-cuerpo-masculino/


1 comentario:

  1. Puedes morir sin conocer la Calle 8 (cubanolandia), te lo aseguro.
    Lo que no puedes hacer es no volver a Miami pues, a pesar de los "gusanos" (cubanos renegados) que abundan, es una ciudad que tiene de todo para ofrecer.
    Uno de mis objertivos este año es volver por allá. Veremos si el destino me lo permite y nos hace coincidir.
    ¡Besitos!

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