martes, 13 de mayo de 2014

Time is cachoeiras, O Rei do Prata


 Cachoeiras do Prata e Rei do Prata



Salida: Norte
Distancia ciudad: 40klm
Tiempo de llegada: 2 horas
Infraestructura: No
Dificultad: baja/media
Calzado: tenis (se va mojar)
Cruzado de río: si (2 veces)
Guía: SI (llevar desde Cavalcante)
Brinco: SI (3 m)
Masaje de agua: Si, (1 y 3)






A 40 y pico kilómetros al norte de Cavalcante, as "Cachoeiras do Prata" y "O rei Prata" son por mucho las más impresionantes de la zona. O Prata es el río que pasa por la zona y forma en un espacio de unos 900 metros 3 caídas cada una mayor que la otra, en cada caída se forma una alberca en la que se puede nadar. Además de estas tres caídas, a unos 4 kilómetros de donde uno estaciona el auto está la (dicen los locales) más bonita e impresionante cascada de la zona, infelizmente la lluvia impidió que la visitáramos. 

Porque está retirado no vale la pena parar en ninguna otra hasta llegar allá, así que tomen la salida norte de la ciudad (no olviden pasar con Nacir do pão de quejo a desayunar) y manejen toooodo derecho, no se dejen seducir por los letreros "Ave María a 1 km" ni por la desviación a la comunidad Kalunga a 20 kilómetros, yo se que después de una hora ya urge ver agua, pero aguantad hijo que os espera una vasta recompensa. Si el guía va dormido o son necios y no llevaron, sigan la carretera hasta que crean que nunca van a llegar, después de una subidita verán el letrero a su derecha, de ahí son como 700 km hasta el "estacionamiento". A los que les gusta manejar, hay unas rectas bien padres padrísimas, padrisisísimas de arenal, pueden alcanzar 120 fácil y el carro se colea de rally.

La serie de cascadas se divide en 3 albercas, cada una con una caída de unos 12 metros, en las que puedes nadar. El recorrido se hace de la última a la primera o al menos así nos salió bien a nosotros. La primera caída está a escasos 05 minutos aquí no hay brinco, pero si la corriente te lo permite puedes cruzar y ponerte JUSTO abajo de la caída de agua, gran masaje. Después hay que cruzar la parte más complicada del camino para llegar a la segunda caída. En esta segunda caída se puede brincar (unos 3 metros) siempre teniendo cuidado con las posibles rocas abajo.  Así como en la primera se puede nadar hasta abajo de la caída de agua, sin embargo es bastante difícil y hay que extremar cuidados, que si te dejas ir acabas en Argentina... La tercera es sin duda alguna la más impresionante, la cascada debe tener unos 18 metros de caída y no hay brinco, sin embargo hay unas piedras estratégicamente colocadas en el fondo, en las cuales puedes ancorarte y recibir el madrazo de 9.8 mts/seg²  x 18 de agua cayendo en tus hombros y cabezota, una maravilla de terapia natural.
Segunda y tercera caída 


Paso del río que se llena cuando llueve mucho
Ahora bien, hay dos maneras de realizar este paradisíaco paseo, el primero es salir temprano pasar el día allá, visitar las tres albercas y volver al fin de la tarde. No tiene mucho chiste y es relativamente pesado pues recuerden que sólo de camino son dos horas además de que te pierdes la supuestamente mejor de todas, "El rey do Prata".

La noche en que el cielo se tropezó y nos calló encima 
La segunda opción, que fue la que nosotros, aventurozamente hicimos, fue salir relativamente temprano de cavalcante con tienda de campaña, sleeping, linternas, fuego, comida, papel de baño y agua e ir a acampar. Así en el primer día visitas las tres albercas y al día siguiente caminas hasta el Rey.  Justo nos calló un diluvio tamaño llorarás y no pudimos ir al día siguiente pues nuestro guía advirtió que el río abría subido y no podríamos cruzarlo. 

Vale explicar varias cosas. Antes que nada, acampas al lado del carro (o dentro) por lo que puedes llevar lo que quieras y dejarlo en la cajuela, no hay problema. 

Entonces, llegamos muy felices, el día estaba azul despejado con muy pocas nubes blancas por ahí paseando, fuimos a todas las albercas y volvimos al campamento como a las 5pm, las "Paulistas" se regresaron ese mismo día y nos quedamos mi heramana, Marina, el guía y yo en la mitad de la nada, ah no ya me acordé que llegaron unos hippies más tarde, anyway, hicimos nuestra comida, prendimos nuestra fogata y estuvimos al pe-din. Como a las 8 de la noche a la distancia, pero alláaaaa en el horizonte (estilo la escena del Rey león cuando Mufasa le dice a Simba "todo lo que toca la luz... blablabl") bueno, así de bien pinches lejos (ya no sé cómo convencerlos de que era bieeeeeeeen lejos) se empezó a ver una hermosa tormenta eléctrica, Amara y yo sonreímos nerviosos y le dijimos al guía "obvio está muy lejos y nos nos va pegar verdad" el observó el horizonte, los brazos atados atrás de la cintura, y con aire de resignación dijo "esperemos"... En el campo no existe el "desvelarse" sobre todo cuando nadie te dice que no vas a tener que cargar la botella en la espalda y la dejas en el hotel, por lo que nos fuimos a dormir a las 10pm, con la tormenta lejos, hermosa, una sinfonía de rayos.
 Puuuujjjjjjjjj, pshhhhhhhhhhhh, BROOOOOOOOOM, KBOOOOMMMMM, puuujjjjjjjj, pshhhshhhhhhh, straaaash straaaaaassshhhh, KKBOOOOOOOOOMMMMM, Balam, pim pun! Y así me despierto a las dos de la mañana con una cantidad ridícula de agua cayendo sobre nuestra "superarchimegarequetecontra" tienda de campaña, en mi vida había acampado bajo tanta lluvia, moría de frío, mi hermana me compartió de su sleeping de plumas de ganso (si yo también dije qué exagerada, pero fue una cosa divina) y media hora después escuchamos "Julianooooo, Amaraaaa, despierteeeeeeen, Julianoooooo, Marocaaaaa" Era la pobre de Marina, ensopada pues su tienda de campaña se había rendido al poder de la tormenta pidiendo las llaves del auto para ir a refugiarse. La tormenta pasó, yo me fui a dormir esperando que un rayo no me partiera en dos (porque obvio acampamos a escasos metros del árbol más grande de la zona). Claro que al día siguiente, por más que estábamos necios de ir al Rey do Prata, el guía dijo que era una pérdida de tiempo y volvimos.

OJO. Este es un paseo indispensable llevar guía pues las albercas son muy propensas a llenarse rápido, también se cruza el río un par de veces y si llueve y el cause sube, la cruzada de regreso será complicada.

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